Educación VS Producto Interno Bruto

Lunes, 24 de abril, 2017

Ramos, Jorgen

Cotidianamente se escucha que el problema de un país radica en que la educación y por ende, el sistema educativo de dicho país está por los suelos, que no existen programas educativos que respondan a la realidad social, que los docentes están muy mal remunerados, que no existe la dotación adecuada en los centros educativos, todo ello sin tocar el trasfondo familiar que indudablemente afecta también el proceso educativo que pueda vivir un país, económicamente hablando, podría debatirse sobre la relación costo/beneficio a nivel educativo, traducido como Inversión del Producto Interno Bruto VS Calidad educativa.

De tal forma, en los medios de comunicación, es muy común escuchar palabras como Educación o Producto Interno Bruto, la primera va relacionada con la segunda, en el sentido de la asignación de inversión que debe realizar el Estado en materia educativa, con el propósito de una mejor comprensión, es necesario precisar las definiciones de ambas, así pues, Becerra Y. en el año 2004 indico en su artículo La educación como proceso histórico social y sus perspectivas para el nuevo milenio, que “la educación es un proceso dialéctico, por el cual un sujeto en interacción con su medio desarrolla las capacidades que le permiten la formación de una personalidad autónoma e integrada activamente a la sociedad y cultura en que vive” (p. 20); de esta definición se desprende a la educación como un continuo humano que se encuentra en un constante cambio y dentro de la cual el proceso educativo debe adaptarse y reinventarse constantemente.

De igual forma, según lo manifiesta Ardila J. en el año 2010

El producto interno bruto (PIB) es el valor total de la producción corriente todos los de bienes y servicios de un país, durante un período de tiempo determinado, que por lo general de es un trimestre o un año. Para el cálculo del PIB sólo se tiene en cuenta la producción que se realiza en el país, dentro de las fronteras geográficas de la nación, sin importar si ésta producción fue realizada por personas o empresas nacionales o extranjeras

De ello se desprende que el PIB es el total de producción de bienes y servicios de un país en un periodo determinado, allí es donde la relación de la inversión de ese producto interno bruto generado por un país cobra importancia en diversas áreas, entre ellas la educativa. En base a esta relación el Banco Mundial ₍₃₎, publica en su página web la inversión, en porcentaje, que realizan los países de su Producto Interno Bruto en materia educativa, donde resalta sin lugar a dudas Lituania que para el año 2011 invirtió el 17, 7 %, teniendo un leve descenso con respecto al año 2009 cuando invirtió 19,3 %.

En el caso de Latinoamérica y el Caribe, el país que más porcentaje de su Producto Interno Bruto Invirtió fue Cuba con el 12,8 % para el año 2010, siendo el último dato reflejado para ese país en la estadística, Argentina aparece reflejado para el año 2013 con 5,3 %, Chile con 4,6 % para el mismo año 2013, México con 5,1 % para el año 2011, Venezuela con 6,9 % para el año 2009, Guatemala con 2,8 % para el 2013, Perú con 3,3 % Para el 2013, entre otros. Existen países de Latinoamérica y el caribe del cual no se encuentran publicadas cifras, tales como Puerto Rico, Haití, Surinam.

Mayor inversión no es sinónimo de calidad

Estas cifras no deben tomarse a la ligera, pues, no necesariamente el país que más invierta en educación, tendrá un mejor sistema educativo, hay que tomar en cuenta, entre diversos indicadores, la distribución equitativa de esa inversión desde la educación inicial hasta la educación superior; Según Juan Pablo Valenzuela, académico de la Universidad de Chile, e investigador del Centro de Investigación Avanzada en Educación (CIAE)₍₄₎indica que:

Estas estadísticas por lo general incluyen todos los gastos en educación. En el área preescolar, escolar y superior; y no necesariamente hay un tema equitativo en la distribución de los recursos en los distintos niveles educativos. Por ello es que hay que tener cuidado al analizar las cifras

Otro ejemplo de esta situación es México, según el diario Excelsior ₍₅₎, en un artículo publicado el 17 de Mayo de 2016 afirma

que el 83.1 por ciento del presupuesto para educación se va en sueldos de profesores y 93.3 por ciento a la remuneración de todo el personal de la comunidad académica en su conjunto, esto se traduce en muy poca inversión en programas educativos… en el caso mexicano se mal gasta en burocracia y no se utiliza en los estudiantes.

En base a lo antes planteado, la Organización para la Cooperación y el Desarrollo Económicos, en los resultados de su prueba del Programa Internacional de Evaluación de Alumnos del 2012, “Un reparto justo en la asignación de recursos no es solamente importante para la equidad en educación, también está relacionado con el rendimiento del sistema escolar en su conjunto”

Todo esto deja claro, que una mayor inversión del Producto Interno Bruto en materia de educación, no necesariamente representa un sistema educativo de mejor calidad. Es importante destacar que es obligación de cada Estado el invertir adecuadamente en su sistema educativo para lograr cumplir eficazmente con el Derecho a la Educación, consagrado en el artículo 26 de la Declaración Universal de los Derechos Humanos (1948). Dicha inversión debe ser equitativa, dirigida al estímulo del personal que labora en todos los ámbitos del sector educativo, mejoras en infraestructura, programas que estén en constante proceso de adecuación a los cambios que exija la sociedad de cada país, disminuir el hacinamiento en los centros educativos, diseños curriculares con un enfoque en Derechos Humanos, todo ello en base a que ningún Estado puede garantizar eficazmente dicho Derecho a la Educación, si su inversión para el desarrollo de dicho derecho no está equilibrado.