Viernes, 14 de febrero, 2025
Hernández, Daniel
La crisis migratoria en América enfrenta graves violaciones de derechos humanos debido a políticas restrictivas. Expertos exigen acciones urgentes para garantizar los derechos y la dignidad de los migrantes
Más de 120 millones de personas en el mundo han sido forzadas a abandonar sus hogares, según cifras de ACNUR. En América Latina, la crisis migratoria ha alcanzado niveles sin precedentes, con millones de personas huyendo de la violencia, la persecución y la pobreza. Sin embargo, las políticas migratorias de varios países, especialmente Estados Unidos, han exacerbado la vulnerabilidad de las personas migrantes, dejando en evidencia una grave crisis de derechos humanos. En un reciente webinar organizado por Amnistía Internacional Venezuela titulado “¿Dónde quedan los derechos humanos de solicitantes de asilo y migrantes?”. Nastassja Rojas, directora adjunta de Amnistía Internacional Venezuela, Maureen Meyer, vicepresidenta de WOLA y Manuel Gago, codirector del Centro de Justicia y Asistencia legal LAJC analizaron esta problemática y sus implicaciones.
Puedes escuchar el webinar completo aquí
Las políticas migratorias de EE.UU. son un muro contra los derechos humanos
Maureen Meyer, vicepresidenta de la Oficina en Washington para Asuntos Latinoamericanos (WOLA), destacó las drásticas políticas migratorias implementadas por el gobierno de Donald Trump. Estas medidas han cerrado el acceso al asilo y eliminado vías legales para las personas migrantes, violando el derecho internacional y dejando a millones en situación de vulnerabilidad.
En Estados Unidos, residen 13 millones de personas indocumentadas, incluyendo 4.5 millones de mexicanos, 2.2 millones de centroamericanos y 1 millón de sudamericanos. Una de las medidas más controvertidas ha sido la cancelación del Estatus de Protección Temporal (TPS) para 348.000 venezolanos, quienes ahora tienen solo dos meses más de estatus legal antes de enfrentar la deportación. Además, el gobierno de Trump ha congelado 3.9 mil millones de dólares en fondos de asistencia humanitaria para la región, afectando programas clave de apoyo a migrantes.
Las políticas de Trump han permitido abusos sistemáticos por parte de agencias como la Patrulla Fronteriza (CBP), incluyendo violencia, separación familiar y deportaciones peligrosas. "Estas medidas no solo son inhumanas, sino que violan los principios básicos del derecho internacional", denunció Meyer durante el webinar. La suspensión del TPS y las deportaciones masivas han dejado a miles de familias en incertidumbre, mientras que las redadas han generado un clima de miedo entre las comunidades migrantes.
Colombia: un refugio con desafíos
Colombia se ha convertido en un país receptor y de tránsito para personas migrantes, especialmente venezolanos. Sin embargo, como explicó Natasha Rojas Silva, directora adjunta para Colombia de Amnistía Internacional Venezuela, las políticas migratorias del país aún presentan importantes desafíos.
Colombia alberga a casi 3 millones de venezolanos, de los cuales 450.000 se encuentran en situación irregular. Aunque el gobierno colombiano ha implementado medidas como el Estatuto Temporal de Protección, este ha sido criticado por su falta de enfoque diferencial y por excluir a otros grupos migrantes. El registro del estatuto ha cerrado, dejando a miles sin opciones de regularización y expuestos a riesgos como la violencia, la trata de personas y las desapariciones, especialmente en rutas peligrosas como el Darién.
Rojas Silva enfatizó la necesidad de mayor coordinación regional, información clara sobre derechos y un enfoque en la integración y regularización de migrantes. "Sin estas medidas, los migrantes seguirán siendo víctimas de abusos y explotación", afirmó. Además, destacó la importancia de abordar las causas estructurales de la migración, como la violencia y la falta de oportunidades económicas, para evitar que más personas se vean forzadas a abandonar sus hogares.
Trabajadores migrantes en EE.UU. viven entre el miedo y la explotación
Manuel Gago, codirector del Centro de Justicia y Asistencia Legal para los Trabajadores, habló sobre el impacto de las políticas migratorias en los trabajadores migrantes en EE.UU. Las redadas y la eliminación de protecciones laborales han dejado a muchos en situación vulnerable, incluso aquellos con estatus legal temporal.
Los trabajadores migrantes son esenciales para la economía de EE.UU., especialmente en sectores como la agricultura, donde representan una fuerza laboral clave. Sin embargo, las visas temporales de trabajo (H-2A) no garantizan protección contra abusos laborales, dejando a los trabajadores expuestos a explotación. La desinformación y el miedohan llevado a muchos migrantes a no reclamar sus derechos, perpetuando ciclos de abuso y explotación.
Gago destacó la importancia de la educación y organización entre los trabajadores migrantes, así como el apoyo de organizaciones civiles y sindicatos. "Sin protección legal y apoyo comunitario, los trabajadores migrantes seguirán siendo vulnerables", señaló. Además, enfatizó la necesidad de acciones legales para proteger los derechos de los trabajadores migrantes y garantizar que puedan laborar en condiciones dignas y seguras.
Llamado a la acción
Los panelistas coincidieron en la necesidad de acciones concretas para proteger los derechos de los migrantes y solicitantes de asilo. Entre las propuestas destacan la continuación de acciones legales contra políticas migratorias abusivas y violaciones de derechos humanos, la provisión de información clara a los migrantes sobre sus derechos y mecanismos de protección, y la coordinación regional entre organizaciones civiles y gobiernos para compartir buenas prácticas y proteger a los migrantes.
Amnistía Internacional ha pedido a los gobiernos de la región que se abstengan de implementar políticas que socaven los derechos y la dignidad de los migrantes. "La crisis migratoria no es solo un problema de números; es un problema de derechos humanos", concluyeron los panelistas. En un mundo donde millones son forzados a abandonar sus hogares, la protección de los migrantes debe ser una prioridad global.
La dignidad no tiene fronteras
La crisis migratoria en América es un recordatorio de que la dignidad humana no tiene fronteras. Millones de personas han sido forzadas a abandonar sus hogares en busca de seguridad y oportunidades, pero las políticas migratorias restrictivas y abusivas han dejado a muchos en situación de vulnerabilidad. Es responsabilidad de todos, desde los gobiernos hasta la sociedad civil, garantizar que los derechos humanos de los migrantes sean respetados y protegidos. Como bien señalaron los expertos, la lucha por los derechos de los migrantes es una lucha por la justicia y la humanidad.