Viernes, 28 de junio, 2019
Las autoridades justifican su fuerte represión por medio de una retórica manida, que culpa a los extranjeros de los países vecinos de las protestas relacionadas con las elecciones. Es una explicación tóxica y sumamente problemática en un país que lucha todavía contra una arraigada discriminación racial
Las autoridades mauritanas deben garantizar el respeto del derecho a la libertad de reunión pacífica y ejercer moderación en el control de las protestas prevista para hoy, dados los signos de creciente represión que se observan en el país, como el cierre de Internet y las detenciones de figuras de la oposición, ha manifestado Amnistía Internacional hoy.
“Para la población mauritana, las protestas de esta tarde son un importante medio de expresar sus opiniones sobre la situación de los derechos humanos en el país después de las elecciones presidenciales”, ha señalado François Patuel, investigador de Amnistía Internacional para África Occidental.
“Las autoridades deben ejercer moderación frente a las protestas, lo que incluye garantizar la seguridad de quienes participen en ellas y abrir el espacio de Internet para que la gente pueda expresarse y compartir información libremente .”
El 22 de junio se celebraron elecciones presidenciales en Mauritania, y al día siguiente se cerró Internet, tras declarar el candidato de partido gobernante, Mohamed Ould Ghazouani, que había ganado. Esta medida constituye una violación del derecho a la libertad de expresión. Impide a periodistas, defensores y defensoras de los derechos humanos y miembros de la oposición acceder libremente a la información e intercambiarla, por lo que debe anularse de inmediato.
A modo de aparente continuación de la represión poselectoral, se ha detenido a varias figuras de la oposición, entre ellas Samba Thiam, líder de las Fuerzas Progresistas por el Cambio (Forces progressistes pour le changement , y Cheikhna Mohamed Lemine Cheikh, responsable de campañas de la Coalición Sawab/Iniciativa de Resurgimiento del Movimiento Abolicionista (Coalition Sawab/Initiative de resurgence du mouvement abolitionniste) en el barrio de Ksar de Nouakchott. Todas estas personas deben ser puestas en libertad si no están acusadas de ningún delito reconocible.
“Las autoridades justifican su fuerte represión por medio de una retórica manida, que culpa a los extranjeros de los países vecinos de las protestas relacionadas con las elecciones. Es una explicación tóxica y sumamente problemática en un país que lucha todavía contra una arraigada discriminación racial”, ha añadido François Patuel.
“Las autoridades mauritanas deben dejar de inmediato de valerse de un discurso de odio y divisivo y comprometerse en su lugar a respetar, proteger, promover y hacer efectivos los derechos humanos de todas las personas, incluidas las migrantes, solicitantes de asilo y refugiadas.”
Información complementaria
Está previsto que esta tarde se celebren en Mauritania manifestaciones de la oposición en contra del resultado de las elecciones presidenciales del 22 de junio. Sin embargo, las autoridades han prohibido las protestas, y varias figuras de la oposición han pedido que se aplacen. Debido a la falta de comunicación eficiente por el apagado de Internet, es probable que las protestas tengan lugar todavía hoy.
Los ministros del Interior y de Asuntos Exteriores, así como altos cargos de la policía, han publicado declaraciones en las que culpan a los extranjeros de las protestas poselectorales.
La víspera de las elecciones, Amnistía Internacional y 32 organizaciones locales de derechos humanos pidieron a los candidatos presidenciales que se comprometieran a proteger y promover los derechos humanos por medios como combatir la practicas discriminatorias y proteger los derechos de las personas migrantes, refugiadas y solicitantes de asilo.