Viernes, 28 de diciembre, 2018

“El Pacto Mundial sobre Migración es un paso encomiable para mejorar la forma en que la comunidad internacional responde a la migración y, si se aplica debidamente, garantizará el respeto y la protección de los derechos de las personas migrantes. La adopción de este pacto demuestra que aún es posible que los países cooperen para proteger los derechos humanos”, dijo Perseo Quiroz, responsable del trabajo de incidencia de Amnistía Internacional para las Américas


“Los Estados que han adoptado el Pacto Mundial sobre Migración (PMM) deben cumplir su palabra y tomar medidas inmediatas para proteger los derechos humanos de las personas migrantes”, ha declarado Amnistía Internacional el Día Internacional del Migrante.

El PMM, un acuerdo global para promover la migración segura, ordenada y regular, será respaldado formalmente mañana en la Asamblea General de la ONU. Amnistía Internacional hizo varias recomendaciones al borrador del texto.

“El Pacto Mundial sobre Migración es un paso encomiable para mejorar la forma en que la comunidad internacional responde a la migración y, si se aplica debidamente, garantizará el respeto y la protección de los derechos de las personas migrantes. La adopción de este pacto demuestra que aún es posible que los países cooperen para proteger los derechos humanos”, dijo Perseo Quiroz, responsable del trabajo de incidencia de Amnistía Internacional para las Américas.

“Acogemos con especial satisfacción las partes del Pacto que reconocen el drástico impacto que tendrá el cambio climático en la migración global. Los líderes del mundo tienen que empezar a planificar ya para garantizar que se respetan los derechos y la dignidad de las personas expulsadas de sus hogares por los desastres relacionados con el clima. El PMM guiará esta conversación en los próximos años”.

Un pequeño número de países, entre ellos Australia, Estados Unidos, Hungría, Italia, Austria y Polonia, se han negado a respaldar el PMM.

Estos países son responsables de algunos de los peores abusos contra las personas migrantes de los últimos años: los brutales centros de detención de Australia en el extranjero, la cruel política de separación de familias de la administración de Trump, la cruel política de Italia de cerrar sus puertos y atrapar a las personas en un ciclo de abusos en Libia, y la legislación de Hungría que penaliza ayudar a las personas migrantes y refugiadas.

“Cuando muchos gobiernos siguen persiguiendo políticas que demonizan a las personas migrantes, corresponde ahora a los países que han adoptado el PMM garantizar la adopción de medidas concretas. Deben ofrecer cauces seguros y legales para la migración y abrir camino con un enfoque compasivo y justo para las personas en movimiento”, concluyó Perseo Quiroz.