Lunes, 08 de octubre, 2018
Abudujilili Supi, uigur que trabajaba de muecín —musulmán que llama a la oración— en Dubái, Emiratos Árabes Unidos, y a quien agentes de la policía emiratí se llevaron de la mezquita, está expuesto a ser devuelto a China, donde se detiene arbitrariamente a los miembros de la población uigur y de otras minorías étnicas predominantemente musulmanas
Según miembros de su familia, el 20 de septiembre, agentes de las fuerzas de seguridad emiratíes vestidos de civil se llevaron a Abudujilili Supi de la mezquita de Abdullah bin Rawahah cuando terminó sus oraciones. La familia explica que los agentes lo abordaron a la salida de la mezquita, cuando marchaba caminando hacia su casa, situada calle abajo. Lo introdujeron en un vehículo civil sin distintivo alguno y se lo llevaron, negándose a decir a su esposa a dónde y por qué.
Ella lo llamó a su teléfono móvil, pero estaba desconectado. La familia estuvo tres días sin recibir ninguna información. El 24 de septiembre permitieron a Abudujilili hacer una breve llamada a su esposa, a quien dijo que estaba detenido y que temía que lo devolvieran a China. No se sabe bien dónde se halla recluido.
Sus familiares dijeron a Amnistía Internacional que estaban muy preocupados por la posibilidad de que lo enviaran de regreso a China, donde muchas personas de etnia uigur, kazaja y de otras minorías predominantemente musulmanas han sido internadas en campos de “reeducación” en la Región Autónoma Uigur del Sin-kiang, situada al noroeste del país. Según testimonios de personas que han estado detenidas en esos campos y de familiares de otras personas recluidas en ellos, las obligan a asistir a clases de adoctrinamiento político, a cantar canciones de índole política y a entonar lemas de alabanza al gobierno y al Partido Comunista chinos, y las torturan o someten a otros malos tratos si no cumplen las normas del campo.
Abudujilili Supi abandonó China en 2012 y se fue a Egipto, donde cursó estudios islámicos en la Universidad de Al Azhar de El Cairo. Fue a Emiratos Árabes Unidos (EAU) en 2017 para aprender inglés. En marzo de 2018, tras acabar el curso de inglés, las autoridades religiosas emiratíes le concedieron la residencia y lo contrataron como muecín debido a su impresionante voz. Según su familia, trabajaba en varias mezquitas de Dubái sin ningún problema.
Escriban inmediatamente en inglés, en árabe o en su propio idioma, instando a las autoridades de EAU a:
- desvelar de inmediato la suerte y el paradero de Abudujilili Supi y garantizar que su familia y un abogado de su elección tienen acceso a él y están informados en todo momento del lugar donde se encuentra;
- dejarlo en libertad si no está acusado de ningún delito común reconocible;
- no devolverlo a China ni a ningún otro país donde esté expuesto a sufrir persecución, tortura u otros abusos o violaciones graves de derechos humanos.
Envíen llamamientos antes del 16 de noviembres de 2018 a:
Ministro del Interior
Minister of Interior
Sheikh Saif bin Zayed Al Nahyan
Zayed Sport City
Arab Gulf Street, Sheikh Zayed Mosque
P. O. Box 398
Abu Dhabi, Emiratos Árabes Unidos
Fax: +971 2 402 2762 o +971 2 441 5780
Tratamiento: Alteza / Your Highness
Ministro de Asuntos Exteriores
Foreign Minister
Sheikh Abdullah bin Zayed Al Nahyan
Ministry of Foreign Affairs & International
Cooperation
King Abdullah bin Abdul Aziz Al Saud street
Al Bateen
Abu Dhabi, Emiratos Árabes Unidos
Correo-e: en línea vía https://bit.ly/2ImbTw1
Tratamiento: Alteza / Your Highness
Príncipe heredero de Abu Dabi
Crown Prince of Abu Dhabi
HH Sheikh Mohamed bin Zayed Al Nahyan
Crown Prince Court
King Abdullah bin Abdul Aziz Al Saud street
P. O. Box 124
Abu Dhabi, Emiratos Árabes Unidos
Fax: +971 2 668 6622
Twitter: @MohamedBinZayed
Tratamiento: Alteza / Your Highness
Información complementaria
Abudujilili Supi estará expuesto a ser detenido arbitrariamente en uno de los denominados campos de “transformación mediante la educación” de China si es devuelto allí.
Desde 2017 se han establecido en la Región Autónoma Uigur del Sin-kiang numerosos centros de detención. Llamados “centros contra la radicalización”, “centros de estudios políticos” o “centros de transformación mediante la educación”, son lugares donde se mantiene detenidas arbitrariamente a las personas por periodos indeterminados y se las obliga a estudiar leyes y políticas chinas. Suele enviarse a estos centros de detención a personas conocidas por sus prácticas religiosas, que tienen “contactos en el extranjero” o que se han visto involucradas, ellas o sus familiares, en campañas de “estabilidad social”.
La información publicada en los medios de comunicación y la obtenida por Amnistía Internacional indican que las personas de la Región Autónoma Uigur del Sin-kiang corren grave peligro de ser detenidas arbitrariamente si se comunican con sus familiares que viven en el extranjero. Las autoridades han detenido a personas que reciben llamadas telefónicas de fuera de China. Además, han intentado asegurarse de que nadie utiliza aplicaciones de mensajería encriptada, obligando a la gente a usar aplicaciones chinas, que no tienen encriptación ni otras salvaguardias de la privacidad. Pueden consultarse los detalles en el documento de Amnistía Internacional China: “Where are they?” Time for Answers about Mass Detentions in the Xinjiang Uighur Autonomous Region.
La población uigur y otras minorías étnicas predominantemente musulmanas llevan mucho tiempo sufriendo violaciones de su derecho a la libertad de religión y de asociación y de otros derechos humanos. En los últimos años, las autoridades ha comenzado a someterlas a hostigamiento de manera más exhaustiva y a mayor escala. Entre las técnicas de represión utilizadas están el uso generalizado de la detención arbitraria, la vigilancia tecnológica, la presencia creciente en las calles de patrullas fuertemente armadas, el aumento de los controles de seguridad y una serie de políticas invasivas que violan los derechos humanos.
Además de la información recopilada por Amnistía Internacional, numerosos artículos de medios de comunicación internacionales indican que las autoridades regionales comenzaron a detener a uigures en gran cantidad en la primavera de 2017 y los enviaban a centros de detención administrativa o les imponían largas penas de prisión. Esta campaña de represión no sólo se ha aplicado a la población uigur, sino también a otros grupos étnicos predominantemente musulmanes, como el kazajo y el kirguís.
Índice: MDE 25/9187/2018