Drones: Los gobiernos deben suspender todo desarrollo de los robots asesinos cuya insidiosa introducción pone vidas en peligro y representaría una amenaza grave para los derechos humanos

NUEVA YORK – Luego de los informes en que el gobierno de Trump está tratando de cambiar la política del gobierno estadounidense sobre el uso de la fuerza letal fuera de los conflictos armados, Zeke Johnson, Director de Programas de Amnistía Internacional USA, emitió la siguiente declaración:

"Las políticas que guían el uso de la fuerza letal y los aviones teledirigidos armados en Estados Unidos, ya sea bajo la responsabilidad del presidente Obama o del presidente Trump, siempre han sido oscuras legal y moralmente. Cualquier movimiento que profundice su ya débil protección en materia de derechos humanos sería inaceptable. La administración de Trump necesita asegurarse de que su dirección para las operaciones fuera de los conflictos armados cumple con la legislación de derechos humanos. La administración no puede escribir un cheque en blanco para matar con impunidad".

Amnistía Internacional ha pedido desde hace tiempo al gobierno de los Estados Unidos que sea más transparente sobre sus estándares de políticas y se comprometa a seguir las leyes y normas internacionales que especifican cuándo y cómo se puede utilizar la fuerza letal. La administración debe rechazar la idea de una guerra global contra el terrorismo y revelar sus definiciones de civiles y combatientes, así como la base para decidir quién puede ser un blanco. Fuera de las zonas de conflicto armado, las leyes de derechos humanos y las normas policiales deberían regir las operaciones de las aeronaves no tripuladas. En tales casos, la fuerza letal sólo puede utilizarse para la protección contra una amenaza inminente de muerte o lesiones graves.

Amnistía Internacional también está pidiendo a la administración que reconozca públicamente cuándo ha utilizado la fuerza letal y que conduzca investigaciones independientes, imparciales y transparentes sobre las huelgas que son potencialmente ilegales.

En el año 2013, Amnistía Internacional publicó un informe innovador en el que se indicaba que Estados Unido había cometido asesinatos ilegales con aeronaves no tripuladas en Pakistán, algunos de los cuales podrían equivaler a crímenes de guerra o ejecuciones extrajudiciales. El informe, "¿Seré yo el próximo? Los aviones no tripulados de Estados Unidos atacan en Pakistán", proporcionó nuevas pruebas de que a través de ataques con aviones no tripulados, Estados Unidos asesinó a personas que no representaban una amenaza aparente a la vida, incluida Mamana Bibi, una señora de 68 años de edad, y un niño de 14 años, Saleh Khan.

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